Se trata de una arandela plana, con pequeñas protuberancias en el centro que impiden que el tornillo se salga de la arandela. Cuando el tornillo se ha encajado o atornillado, los espolones sujetan el vástago del tornillo y bloquea el dispositivo.
Gracias a su flexibilidad, los pequeños bordes internos facilitan la instalación de un tornillo y aseguran una fijación eficaz. Dependiendo del tamaño, puede haber dos o tres espolones.
Las arandelas de seguridad con retención permiten combinar elementos de fijación antes de un traslado para evitar cualquier desplazamiento durante el transporte.
Para asegurar el montaje durante una operación logística, cuando el premontaje y el montaje no se realizan en el mismo lugar.