Los tornillos de cabeza redonda soportan un par de apriete mayor y permiten un ajuste más exhaustivo que los tornillos de cabeza plana. Por ejemplo, son compatibles con los destornilladores automatizados que se emplean en una cadena de montaje.
Los tornillos de cabeza redonda permiten el uso de distintas herramientas, así como todo tipo de agarres.
Suelen emplearse en sectores como la aeronáutica, la sanidad, etc.